Artículos de opinión

Si señores, el Papa Francisco no existe, por lo menos, no existe el Papa Francisco, que nos intentan vender, que nos intentan colar a través de la prensa nacional, a través de la televisión, los medios de comunicación social masivos, nos están presentando a un Papa que no existe, un Papa ficticio, un papa que se han sacado de la manga.

Sin ir más lejos, el 3 de enero de 2014 el Santo Padre celebró la Santa Misa en el Iesú, la casa general de la Compañía de Jesús, de la homilía de ese día la prensa, únicamente nos dió esta información: el Papa ha dicho: «Me surge pensar en la tentación, que tal vez podemos tener nosotros y que muchos tienen, de relacionar el anuncio del Evangelio con bastonazos inquisidores, de condena«. Y ya está, y de aquí sacaron toda una serie de afirmaciones y elucubraciones que no eran el sentido de la homilía y que estaban totalmente fuera de lugar. La prensa no se hizo eco de estas otras declaraciones del Papa en esa misma homilía: «El corazón de Cristo es el corazón de un Dios que, por amor, se «vació». Cada uno de nosotros, jesuitas, que sigue a Jesús debería estar dispuesto a vaciarse de sí mismo. Estamos llamados a este abajamiento: ser de los «despojados». Ser hombres que no deben vivir centrados en sí mismos porque el centro de la Compañía es Cristo y su Iglesia«.

Y tampoco se hizo eco de otros puntos de una homilía como esta que fue excepcional, y que recomiendo a todos que lean íntegramente, pues no tiene desperdicio alguno.

El Papa Francisco que nos intenta vender la prensa no existe, no es de este mundo, existe únicamente en la mente y en la imaginación de cientos y miles de reportes que están dispuestos a borrar y oscurecer el verdadero mensaje que el papa Francisco está intentando trasmitir al mundo.

Por ejemplo, otro caso, muy cercano, el pasado día 15 de enero el Santo Padre dijo esto al cuerpo diplomático, ¿Oyeron algo en la prensa?: «La paz además se ve herida por cualquier negación de la dignidad humana, sobre todo por la imposibilidad de alimentarse de modo suficiente. No nos pueden dejar indiferentes los rostros de cuantos sufren el hambre, sobre todo los niños, si pensamos a la cantidad de alimento que se desperdicia cada día en muchas partes del mundo, inmersas en la que he definido en varias ocasiones como la «cultura del descarte». Por desgracia, objeto de descarte no es sólo el alimento o los bienes superfluos, sino con frecuencia los mismos seres humanos, que vienen «descartados» como si fueran «cosas no necesarias». Por ejemplo, suscita horror sólo el pensar en los niños que no podrán ver nunca la luz, víctimas del aborto, o en los que son utilizados como soldados, violentados o asesinados en los conflictos armados, o hechos objeto de mercadeo en esa tremenda forma de esclavitud moderna que es la trata de seres humanos, y que es un delito contra la humanidad«.

Llevamos 2 casos en sólo 18 días, del mes de enero, ¿Será causalidad? o ¿Realmente se está intentado transmitir a un Papa que no existe, a un Papa de laboratorio, inventado en la redacciones de los principales medios de comunicación del mundo?

Marcos Vera Pérez
presidente Jóvenes de San José