¿Cuándo es infalible el Papa?
La constitución dogmática Pastor Aeternus, escrita por el papa Pio IX, nos habla de esta cuestión. Este documento emanado del Concilio Vaticano I nos expone el dogma católico de la infalibilidad papal. ¿Qué dice este documento al respecto?
…con la aprobación del Sagrado Concilio, enseñamos y definimos ser dogma divinamente revelado que el Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando, ejerciendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, en virtud de su Suprema Autoridad Apostólica, define una doctrina de Fe o Costumbres y enseña que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por lo mismo, las definiciones del Obispo de Roma son irreformables por sí mismas y no por razón del consentimiento de la Iglesia. De esta manera, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de contradecir ésta, nuestra definición, sea anatema.
El concilio vaticano II ratifica esta definición en la constitución apostólica Lumen Gentium:
Este santo Concilio, siguiendo las huellas del Vaticano I, enseña y declara a una con él que Jesucristo, eterno pastor, edificó la santa Iglesia enviando a sus apóstoles como él mismo había sido enviado por el Padre (cf. Jn., 20,21), y quiso que los sucesores de estos, los obispos, hasta la consumación de los siglos, fuesen los pastores en su Iglesia. Pero para que el episcopado mismo fuese uno solo e indiviso, estableció al frente de los demás apóstoles al bienaventurado Pedro, y puso en él el principio visible y perpetuo fundamento de la unidad de la fe y de comunión. Esta doctrina de la institución perpetuidad, fuerza y razón de ser del sacro primado del romano pontífice y de su magisterio infalible, el santo concilio la propone nuevamente como objeto firme de fe a todos los fieles y, prosiguiendo dentro de la misma línea, se propone, ante la faz de todos, profesar y declarar la doctrina acerca de los obispos, sucesores de los apóstoles, los cuales junto con el sucesor de Pedro, vicario de Cristo y cabeza visible de toda la Iglesia, rigen la casa de Dios vivo.
Por tanto, para que el Papa hable ex cathedra se deben dar las siguientes condiciones:
- Que hable de cuestiones de fe o de moral.
- Debe hablar «como pastor y maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos». (En cambio no goza de la infalibilidad absoluta cuando habla en calidad de persona privada, o cuando se dirige a un grupo solo y no a la Iglesia toda).
- Cuando el papa declara algo como un «acto definitivo» (o sea cuando expresa claramente que esa declaración es definitiva y que no se podrá cambiar en el futuro).
Por tanto, hemos de concluir que el Santo Padre no goza de infalibilidad cuando habla de otras cuestiones que no sean de fe o de moral. El Papa no tiene inhabilidad cuando habla en calidad de persona privada, o cuando se dirige a unos periodistas en una rueda de prensa.
El primado del sucesor de Pedro proclamado por los santos padres.
«Cristo es Piedra (1 Cor. 10,4). Y Cristo no rehusa la gracia de este nombre a su discípulo; también éste será «Piedra»: tendrá de la piedra la solidez, la constancia, la firmeza de la fe. La fe es el fundamento de la Iglesia» (San Ambrosio in Lc IV, 97) Firme en esta fe proclama San Ambrosio: «Ubi Petrus ibis Ecclesia» (Donde está Pedro esta la Iglesia). Pedro es la «FE»: la fe iluminada y proclamada: «Cristo edifica su Iglesia no sobre un hombre sino sobre la confesión de Pedro. Y la confesión de Pedro es: «Tu eres el Hijo de Dios vivo» Esta es la piedra, este es el fundamento sobre el que Cristo edifica su Iglesia» (Ag. P.L. 38,479)
El Padre ha revelado a PEdro la excelencia de Cristo. Pedro queda preparado para su función:
«Tu eres Pedro: Piedra». Es decir, como yo soy piedra angular y fundamental, serás tu también Piedra, pues mi poder te consolidará, de manera que lo que a mí me pertenece por mi potestad, es también tuyo por cuanto te hago de ello partícipe.
Y sobre esta piedra yo edificaré mi Iglesia. Y los poderes del infierno nunca prevalecerán contra ella. Es decir, sobre esta piedra imbatible yo levantaré un templo eterno; la Iglesia que erigiré excelsa hasta los cielos, se sostendrá sobre la firmeza de la fe de Pedro»
«Te daré las llaves del reino de los cielos; y cuanto ates en la tierra quedará atado en el cielo, y cuanto desatares en la tierra quedará desatado en el cielo»
Esta potestad fue también otorgada a los otros Apóstoles. Pero no sin motivo es encargado a uno solo que urja esto con autoridad a los otros. A Pedro, en efecto, se le ha dado singularmente esta potestad porque es él quien únicamente ha sido puesto a la cabeza de cuantos regirán la Iglesia» (S. León M.P.L. 54,149)
Actitud de los cristianos con la cátedra de Pedro.
Sincero Amor
«A Pedro, nos dice San Ambrosio, dejó Cristo como Vicario de su amor para con nosotros. Pedro es el amor de Cristo a nosotros» ¿No merece en justa correspondencia nuestro amor? «¿Puedo pediros la gracia de que no neguéis vuestro amor al Papa? Amad al Papa a quien se le ha encomendado la vocación singular de representar a Cristo; y que no tiene otra aspiración que salvaros y haceros felices, pues su autoridad es un servicio: el siervo de los siervos de Dios» (Beato Pablo VI: Aud. Gen.: 4-1-1967)
Si, amemos al «dulce Cristo en la tierra». Asi gustaba Santa Catalina de Sena denominar al Papa. Y lo es. El polvo de las humanas limitaciones no puede ocultar a nuestros ojos a Aquel a quien el Papa representa: «Aquí en Roma está la epifanía central de Cristo. La fe y el amor a Cristo debería tener aquí para todos su principal escuela, su palestra, su fuente» (Beato Pablo VI: Aud. Gen.: 4-1-1967) Al amar al Papa amamos a Cristo; con tanto mayor mérito cuanto es amor de pura fe.
Filial Adhesion
En el Concilio de Éfeso el Delegado del Papa Celestino proclamó: «A nadie es dudoso, antes bien a todos patente que el santo y bienaventurado Pedro, Príncipe y cabeza de los Apóstoles, columna de la fe y fundamento de la Iglesia Católica, recibió las llaves del Reino de Cristo; y que el mismo Pedro hasta hoy y siempre vive en sus sucesores y ejerce el juicio»
Y los Padre Conciliares estallaron a una voz: ¡Celestino custodio de la fe! ¡A Celestino da gracias el Concilio! ¡Un solo Papa, una sola fe del Concilio, una sola fe en todo el mundo! (Mansa, IV, 1287)
Serena Confianza
Decía Pio XII al II Congreso del Apostolado Seglar: «Tened confianza. Roma va delante. Y el Papa la guía» (Pio XII: 5-10-1957)
Y repetía el Beato Pblo VI: «Tened confianza en el contenido vivo, eterno, divino de las palabras del Vicario de Cristo» (Beato Pablo VI: En la Parroquia Bautismo León XIII: 11-9-1966)
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