Cardenal Alojzije Spetinac
El Papa Juan Pablo II, del 2 al 4 de octubre, realizó su 84 viaje apostólico internacional, en el que visitó Croacia. El tema del viaje era significativo: seréis mis testigos. el mismo Pontífice señaló que había ido a Croacia como » peregrino del Evangelio», siguiendo los pasos de los primeros confesores de la fe, 2 cuyos frutos han reverdecido en toda su riqueza en los tiempos realemnte difíciles: durante las persecuciones romanas, la invasión turca y, más recientemente, durante el terrible periodo de la represión comunista». El acontecimiento principal de este viaje fue, sin duda, la beatificación de cardenal Alojzije Stepinac, arzobispo de Zabreg, la más polémica del pontificado Woytila-se ha dicho-, pero 2motivo particular de consuelo para todos nosotros», según afirmó, con emoción, el Papa venido del Este. El solenme acto tuvo lugar ante los ojos de la santísima Virgen María, en el santuario nacional de Marija Bristica, el primer sábado 3 de octubre y en el centenario del nacimiento del santo cardenal. La fecha del 3 de octubre no fue casual. En tal día del año 1946- recordó el actual arzobispo de Zagreb, cardenal Josip Bozanic- 2 Stepinac, el bravo jugador de balonmano- como lo recuerda el cardenal Koenig, su compañero de estudios en la Roma de los años 20-, compadeció ante un tribunal comunista que lo juzgó por alta traicion».
El papa expresó su admiración por este cardenal fiel hasta el martirio, quien 2 después de haberse comprometido durante la gerra para salvaguardar la dignidad de los judíos, de lostzigajos y de los serbios, se encontró después de la gerra frente al hombre que se creía el liberador de su pueblo aunque conjujo a Ugoslavia a la esclavitud de un reino sin Dios.
El padre cipriano María, de la abadía de San José de Clairval, en nombre de su abad, nos ha dado permiso para reproducir en Ave María, la semblanza del santo cardenal publicada en su Carta espiritual de mayo de 2000.
El ejemplo de un santo.
Alojzije Stepinac nació en Krasic, en el noroeste de Croacia, el 8 de mayo del 1898. Era el quinto de los hijos de una familia de agricultores acomodados, y creció en un ambiente profundamente cristiano, así como la caridad hacia los más desfavorecidos, Su madre, una mujer sencilla y pidiadosa, era especialmente devota de la Santísima Virgen María, un rasgo que distinguirá también a su hijo.
Durante la etapa de los estudios en un colegio de Zagreb, Alojzije demuestra una férrea voluntad, a pesar de poseer un temperamento discreto y reservado. En 1917, es movilizado el ejercito astro-húngaro, de regreso a su país en junio de 1919, tras un breve cautiverio en Italia, aquel joven padece una crisis interna. Hastiado por la inmoralidad , que había frecuentado en su estancia militar, emprende estudios de agricultura, pero los abandona enseguida. Tampoco tiene éxito un proyecto de matrimonio. En marzo de 1924, un sacerdote que le conoce bien publica en una revista un artículo sobre san Clemente María Hofbauer, y se lo envía junto a una extensa carta. Impresionado por el ejemplo de aque santo, el joven decide consagrar su vida a Dios, e ingresa en el seminario 2 Gernanicum2 de Roma. Uno de sus condiscípulos dirá de él lo siguiente: 2 Ardía en amor por la iglesia y estaba imbuido de fidelidad hacia el Santo Padre».
Alolzije Stepinac se doctora en filosofía, y y luego en teología, en la Universidad Gregoriana de Roma, y recibe la ordenación sacerdotal el 26 de octubre de 1930. De regreso a Croacia su país se le presenta destruido y explotado por Serbia. Aunque su deseo es convertirse en párroco rural, el arzobispo de Zagreb prefiere conservarlo como encargado de la liturgia, y luego como notario de la curia del arzobispado. Él acepta el cargo diciendo: » No sé si permaneceré en los caminos que están al servicio de Diosllevan al cielo. Le son confiadas importantes misiones, como apaciguar algunos conflictos acontecidos en algunas parroquias. También impulsa obras de caridad en los barrios pobres de Zagreb y organiza comidas para el pueblo.
En 1934, el arzobispo, montseñor Bauer, cae gravemente enfermo y solicita de la santa Sede un coadjutor, proponiendo a Alojzije Stepinac, quien intenta en vano eludir el cargo, tanto por su edad de 36 años como por su corta experiencia sacerdotal. Pero el 29 de mayo es nombrado obispo coadjutor, su su primer impulso es caminar a pie al santuario de Marija Bistrica, a 36 Km de Zagreb, para confiar a María ese difícil ministerio. De hecho, los obispos croatas se ven en la necesidad de defender continuamente que se reconozcan los derechos de la Iglesia Católica ( libertad de enseñanza, libertad de asociación. autoridad de la Iglesia sobre los matrimonios católicos, etc..)
El 7 de diciembre de 1937 fallece monseñor Bauer y le sucede monseñor Spetinac como arzobispo de Zagreb. El nuevo prelado recomienda a sus sacerdotes que consagren lo mejor de si mismos a su vida interior. Entre sus decisiones de gobierno de antes de la gerra, publica una carta abierta a todos los médicos para denunciar la «peste blanca»: el desarrollo de la anti concepción y el aborto. Por otra parte, llega a fundar un periódico católico con el fin de luchar contra la prensa antirreligiosa.
El arzobispo estima profundamente la vida religiosa y vonsidera que su desarrollo resulta indispensable. Los monasterios deben convertirse en fortaleza de Cristo, y deben proteger a la diócesis con armas espirituales de la oración, de la renuncia y del sacrificio.
«El fruto de un inmenso egoísmo»
Montseñor Stepinac había anunciado la II Gerra mundial en estos términos: » las parejas casadas ya no respetan los valores del matrimonio; se practica el adulterio y se abandona a los hijos; en una palabra, se hace todo lo posible por borrar el nombre de Dios en la faz de la tierra. Se están destruyendo todos los valores morales, por lo que no es extraño que Dios se dirija a las multitudes través del único lenguaje que son capaces de entender… y es el caos sobre la tierra, el honor de la guerra, la destrucción de todas las cosas. Es el fruto de un inmenso egoísmo…Si queremos vislumbrar días mejores, la primera regla consiste en devolverle a Dios el respeto debido. ¡ Es una enseñanza que sigue estando en plena actualidad!.
El 10 de abril de 1941, después de la invasión de Yugoslavia por parte del ejército alemán, los nacionalistas croatas proclaman en Estado independiente en Zagreb. Junto a hechos positivos el nuevo régimen queda deshonrado a causa de discriminaciones contra los ciudadanos de región ortodoxa, los judíos y los jitanos. Sin condenar por completo el Estado Croata, reconocido de facto por la Santa Sede, monseñor Spetinac mantiene una férrea oposición a sus actitudes anticristianas.Se convierte en el portavoz de todos los oprimidos y perseguidos, denuncia los abusos de los ustachis y condena con firmeza los postulados racistas, así como las persecuciones contra las minorías judía y serbia.
Además, el gobierno croata incita a los ortodoxos a pasarse a la religión católica. Monseñor Spetinac dirige una nota confidencial a sus clérigos: cuando acudan a vosotros personas de confesión judía u ortodoxa que se hallen en peligro de muerte, y por esa causa quieran convertirse al catolicismo, recibiddos ( esa recepción no era más que una simple acogida por parte de la Iglesia. sin ningún compromiso religioso) para que salven la vida. No les pidáis ningún conocimiento religioso especial, pues los ortodoxos son cristianos como nosotros, y la fe judía es la raíz del cristianismo. El papel y el deber de los cristianos debe consistir ante todo en salvar a la gente. Y cuando esta época de demencia y de salvajismo llegue a su término, los que se hallan convertido podrán permanecer en nuestra iglesia, y los demás una vez pasado el peligro podrán regresar a la suya. La iglesia enseña, en efecto, la libertad del acto de fe. Es uno de los puntos principales de la doctrina católica que el hombre al creer tiene tiene que dar una respuesta voluntaria a Dios, y que por lo tanto a nadie se le puede forzar a abrazar la fe contra su voluntad». (Vaticano II, Dignitatis humanae, 10)
A lo largo de toda la guerra, el arzobispo de Zagreb prodiga los favores de su caridad a los desdichados cualesquiera que sean, distribuyendo vagones enteros de alimentos a los refugiados, cuidando personalmente de los huérfanos cuyos padres estan en la guerra o han huido a las montañas, y salva del hambre y de la muerte a 6.700 niños, la mayor parte de padres ortodoxos.
El presidente de la comunidad judía de los Estados Unidos, Louis Breier, el 13 de octubre de 1946, dirá de él lo siguiente: «Esa gran autoridad de la Iglesia ha sido acusada de colaborar con los nazis. Nosotros los judíos lo negamos. Sabemos, por la conducta que siguió desde 1934, que ha sido siempre un verdadero amigo de los judíos, que, en aquellos años, sufrían las persecuciones de Hitler y de sus adeptos. Alojzije Stepinac es uno de esos pocos hombre en Europa que se levantaron contra la tiranía nazi, justamente en los momentos en que resultaba más peligroso hacerlo… La ley sobre el «brazalete amarillo» se anuló gracias a él… Después de Su Santidad el Papa Pío XII, el arzobispo fue el mayor de los defensores de los judíos perseguidos en Europa».
Cuando callan las campanas
Con ocasión de la retirada de las tropas alemanas durante el fin de la guerra, el arzobispo consigue evitar la destrucción total de Zagreb, pero ve con dolor cómo los partisanos de Josip Tito toman el poder, emprenden una sangrienta depuración e instauran leyes antirreligiosas. Nada impresionado por los rumores que le tachan de criminal de guerra, monseñor Stepinac está firmemente decidido a permanecer en medio de su pueblo.
El 17 de mayo de 1945, el arzobispo es encarcelado por sorpresa. El 3 de junio, los obispos croatas exigen su liberación como media previa a toda negociación. Todas las campanas de Zagreb se callan y la procesión del Corpus Christi queda anulada, ante aquel inesperado movimiento de la resistencia, Tito da su brazo a torcer y manda liberar a monseñor Stepinac. El 24 de junio, en una circular dirigida a todos los sacerdotes, donde se recuerda a todos los padres su obligación y deber sagrado de reclamar en las escuelas la enseñanza católica en las escuelas.
Sin embargo, la dictadura se instaura sin tomar en consideración la solemne declaración del gobierno federal de Yugoslavia, según la actual se respetaría la libertad de conciencia y confesión religiosa. en una carta pastoral fechada en 1945, los obispos católicos advierten que 243 sacerdotes han sido asesinados y que 258 han sido encarcelados o han desaparecido.
En octubre de 1945, con motivo de una visita pastoral, el automóvil de monseñor Stepinac es asaltado por los comunistas y los cristales son rotos a pedradas. La vísperas del atentado, la milicia había amenazado al prelado con represalias si llevaba a acabo aquella visita, de todas formas, el arzobispo señalo que solamente se muere una vez; pueden hacer lo que quieran, pero nunca dejaré de predicar la verdad; no temo a nadie más que a Dios, y mi deber sigue siendo el mismo: salvar almas».
Dom Antoine Marie, osb
Abadía San José de Clairval
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